viernes, 28 de septiembre de 2012

MALDITA PESADILLA


Después de un arduo viaje con destino hacia el norte, solo necesitaba descansar, el frió hostigaba y la lluvia era cada vez más fuerte. 
El conductor que me trasladó al pueblo de  Huaral, me habló de un lugar muy conocido llamado “El Castillo de Chancay”; pues como mi cansancio era demasiado y se hacía notar, me comento que en el famoso castillo que es un lugar turístico , también podría descansar. 

Ya ubicado en el hospedaje del castillo la vista era encantadora, hermosos arreglos arcaicos deslumbraban y decoraban la hermosa habitación, todo era antiguo que las cosas crujían y el suelo de madera  se hacía escuchar por cada paso que daba. La ventana, con una hermosa vista al mar hacia que en mí, sintiera una extraña sensación.

Eran las 4:30am, solo el viento soplaba mi ventana, y en la tranquilidad de la madrugada, pues la sensación del espacio en mi habitación era cada vez más extraño, sentía como si una persona me estuviera observando, el ambiente cargado invadía mi tranquilidad.

Solo trataba de ignorar lo que podía percibir, trataba de ser ingenuo a lo que sucedía, pero repentinamente las luces de mi habitación se encendieron, las puertas y ventanas agitadas sin que nadie las tocara, despertaron mi mayor temor y pánico que caminé desesperadamente saliendo hacia los pasillos del castillo.

Todo era tan extraño, solo yo podía percibir y escuchar las risas malévolas que salían de mi cuarto, trataba de pedir auxilio pero nadie me escuchaba, quería escapar y no encontraba la salida; en mi desesperación solo me quedó esconderme entre los pasillos, y llorando desperté, y me di cuenta que todo era un sueño.